29 de abril de 2019

XVI


(Del libro La danza oscura de los días, México 2013)

Fotografía recuperada de internet


En estas ruinas donde la luz se desvanece
en sombras quedan las plegarias de vírgenes 
rotas que  viven con la fragancia de las 
gardenias en el encaje de sus corpiños.



Un dolor de silencio recorre sus pliegues

sus pechos viven el insomnio de la espera,

embriagadas  de fe y ajenjo buscan

la zarza ardiente en  la profundidad de sus piernas.



Aúllan los días que se derrumban

en la oquedad del espejo,

la ternura ajena de su vientre revienta

en la madera carcomida de las puertas.


Llueven los minutos del reloj en las ventanas,

los días se marchitan como ataúdes bajo tierra.



Con la edad deshojada por la melancolía

se escuchan plegarias a media noche,

la tempestad del olvido muerde las arterias.



Las ancianas abrazan su lecho

y  descansan en la tierra seca del otoño.