5 de abril de 2014
13 de febrero de 2014
La danza oscura de los días.
Foto de Graciela Iturbide.Internet. |
La danza oscura de los días
es feroz como un animal en celo,
invoca un canto de hiena perdida,
habita los pueblos de polvo y
supura la rabia de la tarde.
Tiene ácido en la profundidad de sus ojos,
aúlla como los gatos que fornican
a medianoche en las paredes abandonadas
por el día,
es la fruta fermentada en el vientre,
es el panteón impregnado de naufragios,
es el agua estancada donde mueren
las larvas.
La danza oscura de los días
es un barco abandonado por los vivos,
son el perro y su historia caminando
en la neblina de las vías oxidadas,
son los cuervos arrancándose los ojos
para no ver la ciudad y sus escombros.
Es el tiempo que cae
en líneas escritas por la ausencia.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)